Las personas somos de condición homeotérmica, es decir, de temperatura constante, lo que implica que no somos capaces de tolerar variaciones apreciables en la temperatura de ciertos órganos, como el cerebro, el corazón, el hígado, etc., ya que en casos extremos pueden poner en peligro la propia supervivencia.
Por estas razones se deberán evaluar los puestos de trabajo expuestos a fuentes térmicas, a fin de conocer las temperaturas y los efectos para la salud de los trabajadores y, en particular, de los especialmente sensibles.
CONSESA, realiza las mediciones de estrés térmico con equipos de última tecnología con certificados de calibración actualizados, siguiendo la metodología establecida en la norma UNE-EN 27243:1995 Ambientes calurosos. Estimación del estrés térmico del hombre en el trabajo basado en el índice WBGT (temperatura húmeda y temperatura de globo).