
El ruido es uno de los agentes contaminantes más frecuente en los puestos de trabajo incluidos los de tipo no industrial, por ejemplo, las oficinas. Es cierto que en estos ambientes rara vez se presenta el riesgo de pérdida de capacidad auditiva, pero también es cierto que el ruido, aun a niveles alejados de los que producen daños auditivos, puede dar lugar a otros efectos como son: alteraciones fisiológicas, distracciones, interferencias en la comunicación o alteraciones psicológicas. Estos efectos son difíciles de valorar y, en la práctica, cualquier evaluación de la exposición a ruido en oficinas debería empezar por conocer el grado de molestia expresado por los trabajadores de la oficina.
CONSESA, realiza las mediciones de confort acústico, siguiendo metodologías establecidas organismos reconocidos a nivel internacional como son: ISO (International Organization for Standarization), NIOSH (National Institute of Occupational Safety and Health), INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo) entre otros.