El Electrocardiograma (EKG) es un método diagnóstico en el cual evalúa el ritmo y la función cardiaca a través de un registro de la actividad eléctrica del corazón, por lo que se usa para diagnosticar trastornos del ritmo cardiaco, los cuales se reflejan en un gráfico que el electrocardiógrafo plasma en una cinta de papel. Esta prueba facilita mucha información sobre el corazón y su funcionamiento.
La prueba sirve además para estudiar cualquier daño del corazón, la frecuencia con que late, los efectos de los dispositivos implantados (marcapasos) y de medicamentos administrados y el tamaño y la posición de las cámaras cardiacas. No requiere ninguna preparación previa, la prueba es cómoda e indolora.
Las indicaciones más frecuentes para la realización de un electrocardiograma son:
• Pacientes con factores de riesgo cardiovascular (mayores de 45 años, colesterol y triglicéridos elevados, antecedentes de hipertensión arterial, antecedentes de diabetes mellitus, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, entre otros).
• Presencia de dolor torácico.
• Presentación de arritmias (alteraciones en el ritmo cardíaco).
• Preoperatorio para una cirugía de cualquier índole.
• Seguimiento de dispositivos tipo marcapasos.